Ayuntamiento de Barcelona | Capital humano
Diplomático/a
Descripción
Los diplomáticos/as ejercen una labor multidisciplinar que se puede resumir en cinco funciones: negociar, representar, proteger a sus nacionales, fomentar las relaciones amistosas y recabar información. Para acceder a esta profesión, como en cualquier otro escalafón de la función pública estatal, se debe ingresar en la Carrera Diplomática mediante un concurso de oposición. Aunque se trata de una carrera de carácter generalista, posee dos ramas que son ejercidas alternativa e indistintamente: la política, centrada en la representación del Estado ante los demás Estados y Organismos, y la consular, dedicada a la protección de los ciudadanos/as y entidades españolas en el extranjero ante las autoridades locales.
Sus funciones se rigen por el Artículo 3 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
Tareas
- Representa al Estado acreditante, en tanto que es reconocido/a con facultades para ejercer el cargo ante el Estado receptor. Esta representación es simbólica, legal y política.
- Protege al Estado receptor de los intereses del Estado acreditante y los de sus nacionales dentro de los límites permitidos por el derecho internacional.
- Negocia con el gobierno del Estado receptor. La negociación diplomática consiste en un proceso mediante el cual se llega a un acuerdo sobre derechos o intereses en conflicto.
- En caso de incidentes, se informa por todos los medios lícitos de las condiciones y de la evolución de los hechos en el Estado receptor y lo comunica al gobierno del Estado acreditante.
- Fomenta las relaciones amistosas y desarrolla las relaciones económicas, culturales y científicas entre el Estado acreditante y el Estado receptor.
- Otras tareas de los y las diplomáticos/as son: analizar la actualidad política y da asistencia a un/a detenido/a español en el extranjero, tramitar matrimonios españoles en un consulado, contactar con las autoridades locales para recabar información, promover actos culturales relacionados con España, apoyar a las empresas españolas, participar en procesos de negociación, comunicarse con la prensa, supervisar proyectos de cooperación al desarrollo o facilitar visados
Además, un diplomático/a responde básicamente a las instrucciones recibidas directamente por su gobierno, conoce la normativa jurídica que determina la nacionalidad de las personas, no sólo de su país de origen sino también la del Estado donde se ha cometido el hecho ilícito, y tiene las siguientes obligaciones: respetar las leyes y reglamentos del Estado que lo ha recibido en la Embajada, no inmiscuirse en los asuntos internos de su Estado (esto iría contra el principio de soberanía de los Estados); y tratar las comunicaciones oficiales con el Estado receptor mediante el Ministerio de Asuntos Exteriores u otro Ministerio.
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